La experiencia de correr acompañada

No hay nada como correr en compañía. En el último maratón de Santiago, pienso que si el año pasado alguien me hubiera dicho que el 12 de abril iba a correr 21k, lo habría encontrado el chiste más divertido del planeta, porque no llegaba ni a los 5k y ni siquiera me llamaba mucho la atención correr.

Hoy sigo emocionada por el logro y sobre todo por lo lindo del evento. Ese día me acompañó mucha gente, mi hermano a quien le pedí que se uniera en la mitad de la carrera (el momento más difícil) y mi papá que estuvo en los últimos kilómetros, cuando ya ni mi cabeza me funcionaba y me dejó en la meta, algunas amigas que en la calle me gritaban, fueron quienes me despertaban cuando iba en piloto automático.

Yo que nunca había participado en una carrera tan grande, me doy cuenta de que además del sacrificio físico, que es el que primero se olvida, de lo que siempre tendré recuerdo es de las palabras lindas de mis cercanos.

Realmente esto, aunque parezca, no es un deporte solitario. Ahora a seguir corriendo.

por Daniela Paz (Creadora de Amigas que corren)

Publicado originalmente en Zancada.com

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