por Daniela Paz (directora de Amigas que corren)
Tengo una nueva fascinación veraniega. Estoy totalmente fanática del agua termal. Tengo uno siempre en mi mochila, otra en mi escritorio de la oficina y en mi velador. No hay nada que me relaje más que ponerme en la cara, sobre todo después de correr donde la rojez y altas temperaturas están vivas. Con mis amigas que corren, terminando los entrenamientos siempre nos ponemos, así nos relajamos un poco y si tenemos que ir a la oficina no llegamos como tomate.
No tengo ninguna marca favorita: he probado Eucerín, La Roche Posay y Vichy. Todas me han servido de igual forma. Un tip extra que les dejo, es tener uno en el refrigerador. Una delicia. Abajo les dejo otros de sus beneficios:
Hidratación: este es su principal beneficio, sirve también cuando viajas, en oficinas secas por la calefacción o aire acondicionado. Un estudio de Vichy reveló que tras 7 días de utilización, la sequedad cutánea disminuye en un 83%.
Post ejercicio: Al hacer deporte, perdemos sales minerales y generalmente se abren los poros, lo que nos da una mejor oportunidad para que el agua termal entre en nuestra piel y nos brinde todas sus propiedades.
Calmante: Quizás sólo sea el modelo de La Roche-Posay, que en su envase recomienda usarlo también en las piernas. Su descripción dice “La combinación única de minerales y pequeñas cantidades de otros elementos, como Selenio, hacen que el Agua Termal de La Roche-Posay sea reconocida científicamente como calmante”. Yo en la noche lo uso en las piernas y se siente el efecto relajante.
Cicatrizante: Sus componentes activan la síntesis de colágeno y elastina y reducen el tiempo de curación de heridas superficiales.Te darás cuenta después de la aplicación sobre heridas o cicatrices que tiene una acción calmante que ayuda a la regeneración de la piel.
