Me llamo Nicole, tengo 38, llevo corriendo más de 4 años, con orgullo soy la sobreviviente del Club de trote de Zancada y Ladyrun. Prácticamente tengo mi rodilla partida en dos por una fractura por estrés y al menos una vez al año tengo que recurrir a tratamientos con plaquetas y ácido hialurónico, mis huesos son débiles, por eso corro lento, así que debo pensar muy bien cada desafío.
¿Cuándo decidiste correr tu carrera?
Para correr este desafío me pasaron dos cosas: la primera es que amo Hawaii, llevo varias vacaciones allá y el 2018 cuando iba de vacaciones después de correr San Francisco (de esa hablaré en otra ocasión), se me ocurrió cómo sería correr en Honolulu. Comencé a averiguar y de repente tenía mi inscripción, eran 42K!!! Nadie lo podía creer. La verdad fue una misión de un año completo levantándome a las 5 am para hacer las tareas y a eso hay que considerar que en octubre el panorama cambió por lo que los entrenamientos eran intermitentes y en la medida de lo posible, pero como se corre en diciembre para mi fue perfecta para cerrar el ciclo de un año.
¿Cómo te inscribiste?
Las inscripciones son en tres etapas: residentes, estadounidenses y japoneses y extranjeros. La carrera se corre el primer fin de semana de diciembre. Las inscripciones parten en enero, los primeros cupos son para los locales, luego para los habitantes de Japón y Estados Unidos y en marzo recién los extranjeros pueden postular a participar, ahí entré a la lotería y me gané un descuento, tuve que pagar alrededor de 500US$, pero es la mejor inversión que uno podría hacer.
¿Cómo organizaste el viaje: cuántos días antes llegaste, dónde alojaste?Llegar a Hawaii te puede costar más de 36 horas viajando con escalas incluidas. Lo más directo es llegar a Los Ángeles y luego ahí tomar la conexión que salga lo antes posible, porque desde ese aeropuerto hay más frecuencias de vuelos; en total así me demoré en llegar 27 horas. De otros viajes aprendí que si se corre el domingo, debes llegar el jueves, el viernes es para ir a la expo a retirar tu kit y descansar, sábado para calmar los nervios y el domingo lo das todo.
A eso tienes que sumarle las horas de diferencia que son siete menos que acá. Como ya había estado en la isla, sabía perfectamente donde me tenía que quedar y cómo me tenía que mover: repetí el departamento que había arrendado la vez anterior por Airbnb, que además quedaba a menos de 5 minutos caminando de los buses de acercamiento para la partida y de la línea de meta.
¿Qué lugares recomendarías para comer, cómo organizaste tu alimentación?
Partí a mi súper favorito (Whole Foods) a abastecerme para los desayunos y las comidas. Lo bueno es que tenía de todo y no tuve problemas, gocé cada bocado de lo que compré ahí: todo orgánico, fresco, con denominación de origen. Por otro lado, la comida tradicional hawaiana es una mezcla de comida china, japonesa y mucha piña, personalmente a mí no me gusta mucho, pero tienen un plato maravilloso que es el Poke, (pescado crudo fresco acevichado, arroz, y algunas algas y verduras) fue mi premio post maratón en el Poke Bar de Waikiki.
¿Cómo describirías la carrera, organización, hidratación, paisajes u otros?
Creo que toda corredora debe pasar por lo menos una vez en la vida por una carrera gringa: la única preocupación es correr y pasarlo bien en cada km. Honolulu es una carrera perfecta, desde el día antes que debes ir a dejar a la custodia tu bolsa con tu recambio (no reciben nada el domingo por temas de seguridad), los fuegos artificiales a las 5 AM dando la partida, el amanecer en el kilómetro 10 frente al mar, los puntos de hidratación en cada kms a partir del 15 (antes de eso, habían sólo 4), pasar por todos los barrios tradicionales de Honolulu: el barrio cívico, Waikiki, subir y bajar dos veces el Diamond Head, llegar al Parque Hanauma Bay y devolverse a la meta que es en un parque al lado de la playa, debajo de un volcán ¡hermoso!. Además de la simpatía de los gringos que salían de sus casas y montaban las medias performances para hacer barra, ¡que me encantan!
¿Qué te sorprendió?
Me sorprendió, que los otros corredores con los que conversaba se sorprendieran que viniera de tan lejos, también el hecho que es una carrera que usan los japoneses para hacer el control de tiempo antes de Tokio en marzo. Ver una cantidad de personas sobre 70 años corriendo en muy buenas condiciones y que a ratos me pasaban. Pero lo mejor es que en la partida hubo una pedida de mano: fui testigo y partícipe de un “Please, say yes!!! Algo inolvidable.
¿Por qué recomendarías esa carrera?
Primero porque es Hawaii y eso es toda una experiencia. Luego porque no necesitas clasificar en ninguna previa, sólo te inscribes y debes calcular tu tiempo, la carrera termina cuando el último corredor cruza la meta. Por mi lado espero poder repetirla en 2021, para celebrar allá mi cumpleaños.