Siempre cuento que este blog fue inspirado por mis propias amigas, pero creado para todas las mujeres, por los consejos, cariño y motivación. A propósito del Día de la mujer, hice una recopilación de lo que he aprendido en estos años corriendo al lado de las mujeres.
– Siempre compañeras, nunca competencia. A las amigas uno las quiere y las cuida, cuando quieren hacer algo nuevo, se les apaña; si necesitan un ánimo en un nuevo objetivo, uno busca motivación por mil y en una carrera, nos apoyamos y nos damos buenas vibras. Pasa en el running, pasa en la vida.
– Dato de amiga, dato probadísimo. Cuando uno tiene amigas que corren, los datos sobran: si necesitas un kinesiólogo, un trumatólogo, un buen precio en zapatillas. Seguro alguna amiga tiene el mejor dato.
– Mejor alarma. Los mensajes súper temprano antes de salir a correr, funcionan como el motivador más rápido para levantarse de la cama
– Si una corre veloz, yo te sigo. Cuando comienza una carrera y tu compañera de entrenamiento comienza a picarla, sabes que lo está dando todo y seguro espera que tú también. Así que uno le da nomás, y seguro sale un mejor tiempo de lo que esperabas.
– Horas y horas de conversación. Con mis amigas del running he corrido por cientos de horas. No exagero. Y casi todas son conversadas. Así he conocido mucho de ellas, hemos compartido penas, alegrías, historias personales y tanto más que se da sólo cuando tienes kilómetros por completar.
– Los mejores post entrenamientos. No todo es andar corriendo, pero seguro cada uno tiene diferentes tipos de amigas que corren, las mías son expertas en pasarlo bien. Por eso cuando no estamos corriendo, organizamos idas a desayunar, paseos a la playa y juntas sólo para divertirnos.
– Mamás runner. Aunque yo no soy madre, de mis amigas corredoras y madres he visto un nivel de amor y disciplina increíble. Haciendo malabares para salir por kilómetros y sobre todo me da alegría ver en ellas, que como mujeres, se pueden romper mitos y seguir fortaleciendo su amor por el correr.
