Mi nombre es Carla Barría, tengo 32 años, corro hace 4 años, pero hace 3 que lo empecé a tomar mas enserio y lo hice parte de mi vida.
¿Cuándo decidiste correr tu carrera?
Una amiga mía estaba buscando correr su 3er major y me motivó a postular (para mí sería mi segundo maratón después de haber corrido Santiago en 2018) postulamos a Berlín y a otro major en USA. Quedamos seleccionadas en USA, pero otro grupo de amigos quedó en Berlín y finalmente decidimos ir por agencia a Berlín y dejar nuestro cupo de Chicago para el 2020.
¿Cómo te inscribiste?
La inscripción la hice a través de la agencia Imich y me pidieron un formulario con mi información deportiva.
¿Cómo organizaste el viaje: cuántos días antes llegaste, dónde alojaste?Aproveché de tomarme todas las vacaciones que tenía disponibles! Viajé el 12 de septiembre y me fui a Praga unos días sola, luego me junté con mis amigos en París y seguimos el viaje a Ámsterdam juntos. Ya el jueves 26 de septiembre estábamos instalados en un departamento en Berlín para ir a la expo y vivir todo el ambiente previo al maratón.
¿Qué lugares recomendarías para comer, cómo organizaste tu alimentación?
Me sorprendió la cantidad de restaurantes italianos que vi en Berlin y por supuesto la variedad de cervezas que eran una tentación, así que la verdad no fue difícil encontrar donde hacer la carga de carbohidratos y también cuidé mucho la hidratación. Muy cerca de la puerta de Brandenburgo hay un restaurant llamado Viale que me salvó el primer día, el sábado almorcé junto con mi team WRT en un restaurant llamado Lungomare, cerca de checkpoint Charlie que es uno de los lugares icónicos, pero sin duda la mejor cena en relación a comida fue un restaurant cerca de mi alojamiento llamado Piutrentanove, donde por unos 11 euros comí unos spaghetti carbonara de miedo.
¿Cómo describirías la carrera, organización, hidratación, paisajes u otros?
Muy bien organizada la carrera en términos del espacio que hay y las zonas de servicios. Los guardarropías y baños súper bien localizados e indicados, aunque estos últimos nunca son suficiente para la cantidad de corredores, siempre hay filas en todas las corridas y esta no fue la excepción.
El sector de la largada es muy lindo porque está entre un parque y en la ruta de la carrera hay mucha gente alentando, aunque personalmente me pareció que los puntos de hidratación podrían mejorar en términos de visibilidad y del vaso que se entrega.
¿Qué te sorprendió?
La lluvia; aunque en realidad no podría decir que fue una sorpresa porque ya sabía desde el día anterior que iba a llover, pero definitivamente inesperado. Ayudó la lluvia durante algunos kilómetros, porque te refresca, pero llegó un punto en que tenía las zapatillas mojadas y se comienza a sentir el peso. Es ahí cuando mas agradeces el entrenamiento físico y la preparación mental para lograr esta distancia.
Una cosa que me gustó bastante fue la cantidad de gente que sale a apoyar (con lluvia y todo), en mi caso es algo que agradezco y disfruto mucho, choqué muchas manos de niños de distintas nacionalidades y razas, por su puesto que me encontré con varias banderas chilenas también en la ruta y era un golpe de energía.
¿Por qué recomendarías esa carrera?
Porque se viven muchas emociones, desde encajonar y ver como presentan a los deportistas elite antes de la largada en pantalla gigante, hasta llegar a la meta después de cruzar la puerta de Brandemburgo. Sin duda el apoyo en ruta es lo mas emocionante, hay muchas bandas en el camino que son parte de la organización y otras muchas intervenciones que parecieran ser espontáneas y voluntarias de gente y artistas que quieren apoyar.
