por Cami Ureta
Tengo 23 semanas de embarazo runner, y claramente ya nada es como era antes de quedar esperando guagua, o incluso de los primeros meses.
Este segundo trimestre de embarazo ha sido todo un proceso de aceptar, agradecer, y poco a poco ir disfrutando los cambios, que no solamente son físicos, sino que también de ánimo y cabeza.
En general las mujeres nos ponemos muchas presiones, como por ejemplo mantener siempre un peso y ojala subir lo menos posible en el embarazo; seguir trabajando con la misma intensidad; no perder ninguna actividad social para no sentirse aislada y súmale a esto si algunas, como yo, son runners un poco muy estructuradas, las ganas de mantener un cierto rendimiento para volver a entrenar y estar en la línea de partida de una carrera lo antes posible (algo que se echa de menos).
En estas últimas semanas me he dado cuenta que pensar en solamente los cambios, y tratar de ir contra la corriente estaba haciendo que el tiempo pasara sin disfrutar el proceso y la transformación que estoy viviendo.
Entonces me di cuenta que lo primero es aceptar que ya no
soy la misma de antes, y eso está bien. Soy una agradecida y tener hasta el día
de hoy un muy buen embarazo, donde nunca me sentido mal; una guagua que viene
sana, y que he podido seguir haciendo deporte y correr casi todos los días.
Correr todavía es algo que me hace sentir increíble y me llena de energía. He
tenido que dejar ir cosas, adaptar mis entrenamientos y ritmos porque de a poco
me he ido cansando más, pero me estoy enfocando en disfrutar el proceso porque también
entiendo que esto no va a ser para siempre, así que cada día es algo nuevo.
Una vez escuche que en esta etapa tienes que poder responder porqué sigues entrenando, y para mí al menos la respuesta todavía es porque me hace feliz, me llena de energía, y me hace juntarme con grandes amigos y amigas.
Como decía, esto es un proceso, es difícil sentirse completamente liberada de un día para otro, pero tenemos que preocuparnos de las cosas de las que tenemos control, y dejar ir las que no para enfocarnos en disfrutar.
Mientras tanto, voy a seguir corriendo hasta lo que más pueda, y para esto hace poco empecé a usar una faja para correr que ayuda con el soporte para la espalda, caderas y piso pélvico.
Creo que la clave va a estar en ser paciente conmigo para ir aceptando que nada va a volver a ser como antes, y está bien porque incluso va a ser mejor, y el entre medio será un viaje entretenido de cambios.
