Soy Paola Castelvecchio, corredora de calle, cerro y aspirante triatleta, 33 años con alma de 20 y rodillas de 60 , corro desde el 2013 más o menos
¿Cuándo decidiste correr tu carrera?
Solamente un par de semana antes del día del Torrencial Valdivia, siempre mi participación a Torrencial fue ‘funada’ por la pega pero este año lo logré. Y de una me inscribí y saqué los pasajes
¿Cómo te inscribiste?
Gracias a la cortesía de Columbia, me enviaron un cupo de cortesía
¿Cómo organizaste el viaje: cuántos días antes llegaste, dónde alojaste?
Fue una dinámica especial: viajamos en bus el jueves por la noche a Osorno para quedarnos donde mi suegro, el viernes viajamos en auto a Valdivia alojando en un hostal no tan alejado del centro (Belvedere – muy buena atención) para correr en toda tranquilidad el día sabado am.
En este periodo es importante moverse con cuidado en carretera en el Sur, el frío y la humedad congelan las calles y es un riesgo muy alto viajar de noche por la escasa visibilidad y hielo en el camino.
¿Qué lugares recomendarías para comer, cómo organizaste tu alimentación?
Fui a puro chanchear jajajajajaja. Recomiendo EL GROWLER, en Isla Teja con cervezas y sidra artesanales, comida muy cool y sabrosa. Gran premio POST-carrera, recuperé las kcal quemadas solamente pisando el lugar jajajaja
¿Cómo describirías la carrera, organización, hidratación, paisajes u otros?
Brutal, imperdible, una carrera hecha con dedicación y amor. El campamento base impecable, ordenadísimo, fácilmente alcanzable. Tenían hasta carpas para cambiarse la ropa mojada y una enorme carpa de circo calefaccionada con miles de cosas para beber y comer.
Guardarropía ordenadísima y rápida, la única fila que vi fue para la Chela ¨(OBVIO), había hasta una banda en vivo esperándonos
Los tracks muy bien señalizados, me sentí segura todo el tiempo , puntos de asistencia con muchísima comida y personal bien informado. Zonas de control en ruta con rescatistas siempre muy preocupados.
Nos tocó un día espectacular para los 18k, había sol pero el día era fresco perfecto para correr. Mucho barro en la ruta pero algo esperable para esos bosques hermosos. Los últimos 3km fueron en caminos anchos de tierra que bordeaban el océano, algo inolvidable que emocionaba profundamente con unos paisajes coloradísimos que parecían pinturas
¿Qué te sorprendió?
El gran cuidado y cariño hacia el participante, todo detalle tiene mucho amor. Todo impecable.
¿Por qué recomendarías esa carrera?
Porque correr en la Selva Valdiviana es una experiencia sensorial única, el olor del bosque se quedó impregnado en mi ropa y corazón . Además la organización es muy muy buena, vale la pena volver y correr más km para disfrutar aun más de Torrencial.
El próximo año me quiero lanzar a la Travesía. Correr dos días enseguida en esos bosques debe ser alucinante.