Bárbara Hernández Huerta, campeona mundial de nado en aguas gélidas. La “sirena de hielo” es la única representante chilena en esta disciplina. Te invitamos a conocer a esta gran atleta que nos muestra una disciplina en la que se sumerge en ríos, lagos y mares que bordean los 0 °C, con fuerza y dedicación.
¿Cómo “encontraste” tu disciplina?
La natación en hielo ha sido para mí un derivado de la natación en aguas abiertas y llegué a ella spost una carrera en el glaciar Perito Moreno.
¿Siempre has sido buena para los deportes?
Siempre he amado nadar, no practico otros deportes sólo yoga o preparación física porque son un excelente complemento de la natación.
¿Cuándo te diste cuenta que te gustaba?
No estoy segura, creo que desde niña me veo jugando con las olas y con mi papá en el mar.
¿En qué consiste tu entrenamiento?
Son 6 días a la semana de natación en piscina de entre 2 a 5 hrs diarias, más 3 veces acondicionamiento físico, más 3 veces yoga.
¿Cuáles han sido tus mayores logros o momentos más emocionantes?
Mi mayor logro es mi perseverancia, y lo más emocionante ha sido concretar metas que sólo pensé hace más de 17 años, ser la primera generación en ir a la Universidad y titularme con distinción máxima en la U de Chile. Otros dirán que el ser la primera mujer chilena en cruzar a nado el Canal de la Mancha, Gibraltar sin neopreno, Catalina o nadar en hielo, ser Campeona del mundo en natación de aguas gélidas, etc. pero para mí siempre será lo primero, mi perseverancia.
¿Qué te ha enseñado tu disciplina?
Todo lo que sé de tesón, de persistencia, de tolerancia a la frustración y humildad.
¿Qué tiene tu deporte que no tengan otros? ¿Qué lo hace único?
Que te da la oportunidad de hacer cosas que para muchos parecen imposibles, nadar frente a los hielos milenarios en Patagonia no es comparable con otros deportes, el contacto con la naturaleza desde tu extrema vulnerabilidad y coraje.
¿Cómo es ser mujer y deportista? ¿Has sentido algún tipo de discriminación?
Un desafío, como en cualquier área que nos queramos desarrollar y abrir camino. La exigencia siempre va a ser mayor y nuestro compromiso con el desafío y la meta algo único. La discriminación siempre está presente desde que las nadadoras no les dejen más opción de ser por siempre “sirenas”, pero en mi caso he aprendido a hacer de mi propio apodo, “la Sirena del hielo” algo desde donde puedo cuestionar y resignificar el rol de la mujer en el deporte.
¿Qué importancia tiene el apoyo de tu familia y amigos?
Fundamental, pero siempre enfatizo a que si el apoyo no viene desde ahí, nuestro propósito y convicción debe ser tan fuerte por sí mismo , para que estemos dispuestas a persistir con mucho o ningún apoyo.
¿Has hecho amigas gracias al deporte?
Sí y me encanta, pasan a ser hermanas de aventuras.
¿Qué otros deportes te gustaban o te gustan hasta hoy?
Amo todos los deportes porque definitivamente no me veo practicándolos jajaj, entonces admiro profundamente aquellos para los que sé no tengo habilidad alguna para desempeñarlos.
¿Qué consejo darías a quienes quieran seguir tu deporte?
Que estén dispuestos a desde la humildad conectarse y fluir en nuestros mares y ríos, que se den cuenta que nada es imposible, ninguna meta lo suficiente lejana y que nunca es tarde para hacer lo que nos apasiona.
