Soy Denisse Muñoz, de Valparaíso. Tengo casi 33 años y empecé a correr poco después de llegar a vivir a Santiago. Corro hace unos cinco años, pero los últimos dos me puse seria y empecé a entrenar en un club.
¿Cuándo decidiste correr Maratón de Buenos Aires?
Hace harto tiempo miraba con amor platónico el maratón. Obedeciendo al coach, esperé hasta que consideró estaba más entrenada para enfrentarlo. Apenas me dio ese hermoso sí (primer semestre 2018) estaba claro que el gran debut tenía que ser segundo semestre y las opciones eran Viña o Buenos Aires. Él me recomendó Buenos Aires, y me inscribí prácticamente cuando se abrieron los cupos. Concretamente, un mes después del maratón de Santiago, Mayo 2018.
¿Cómo organizaste el viaje: cuántos días antes llegaste, dónde alojaste?
Creo que a la semana siguiente de inscribirme empecé a mirar todo. Compré rápido los pasajes de avión (harto más baratos con anticipación) y reservé un departamento cerca de la partida. Llegué dos días antes, en mi opinión más que suficiente, porque alcanzas a descansar y no hay cambio de horario. Me quedé en Belgrano, en calle Arcos, y fue perfecto porque pude llegar a la partida corriendo el día de la carrera, un factor menos de preocupación. Clave alojar cerca, para evitar nervios y enredos innecesarios en ese día tan importante.
¿Qué lugares recomendarías para comer, cómo organizaste tu alimentación?
En Buenos Aires hay de todo y la comida es barata, mi preparación típica para las carreras en los días previos consiste en comida simple y conocida. El día anterior nos juntamos con amigas de mi club, y almorzamos pasta en un lugar cercano al retiro del kit.
Para el día anterior me parece que no es tan relevante lo lindo o entretenido del lugar donde comes, porque lo fundamental es comer bien y no muy novedoso. Después de la carrera, cuando hay que premiarse y celebrar, hay montón de opciones ricas. Recomendaría darse una vuelta por Palermo, que es muy bonito y con hartas opciones. Con mi grupo del club quisimos ir a la Cabrera, pero estaba llenísimo, nos movimos a otro restaurant de carne cercano y estuvo excelente, muy buena atención, comida deliciosa y súper barato.
¿Cómo describirías la carrera, organización, hidratación, paisajes u otros?
Sólo para que vayan advertidas, el 2018 la organización de la previa al maratón fue vergonzosa. Hicimos una fila de 2 horas al menos para retirar nuestros kit, el lugar era bien feo y la oferta de productos para comprar, pésima. Otra cosa fue la carrera misma, que fue lo máximo. Me encantó, la recomiendo y la repetiría sin pensarlo.
La hidratación, excelente. Como debutante, escuché atentamente los consejos de mis amigas maratonistas y antes de salir a correr me grabé sus palabras “toma agua en todos los puntos de hidratación. Da lo mismo si no tienes sed”. El mejor consejo, y los puntos de hidratación están ubicados perfecto, te pasan botellitas de agua mini que facilitan la misión imposible de tomar agua corriendo. Además, hace bastante calor, así que alcanzaba para mis dos sorbitos y el resto para refrescar mi espalda. No muy elegante, pero créanme que ayuda.
Me emociona mucho de cualquier carrera que puedes correr donde normalmente solo andan autos. A eso se suma el pasar por lugares icónicos como La Bombonera, el Obelisco, la Casa Rosada. Fue increíble, de verdad disfruté toda la carrera, cada kilómetro y cada dolorcito que se asomó. Además, la energía de la gente en las calles, todos gritan, te dan ánimo, el que te pasa el agua grita como si fuera tu mejor amigo igual de emocionado que tú. Me acuerdo y me emociono de nuevo. La organización del evento, el ambiente, los lugares, la energía de la gente, todo te hace sentir un rockstar, que la ciudad está con los ojos puestos en la carrera. Es una sensación tan linda y emocionante, que de verdad a ratos te van a dar ganas de abrazar a ese desconocido que te grita como si te quisiera en serio, para agradecerle tanta buena onda.
Por si no queda claro, amé la carrera, fue bacán. Córranla. O cualquier maratón.
¿Qué te sorprendió?
El nudito en la garganta cuando apareció el Obelisco, no podría creer que estaba haciendo eso que había querido hace tanto tiempo.
Me sorprendió lo emocionante de la experiencia y lo bacán de la gente. No podría discriminar si es lo que se siente en cualquier maratón, porque hasta ahora es el único que he corrido, pero lo disfruté tanto, lo pasé tan bien. Recuerdo cuando pasé con leve temor el kilómetro 32 atenta a si aparecía el famoso muro ese, no podía creer que ya habían pasado tantos kilómetros.
¿Cómo describirías el público de la carrera?
Soy su fan. Un nivel de buena onda, energía y ánimo increíbles. Con todo el movimiento feminista tan presente ahora, las señoras, mujeres y niñitas que están alentando gritan cosas bacanes y te hacen sentir que no puedes fallarles. Aunque en realidad no les importa, pero ir contándose historias ayuda a mantener la mente enfocada. Vas a escuchar grande Chile, dale chica, sos una genia, por mil
¿Por qué recomendarías esa carrera?
Los desafío a dar un motivo para no hacerlo (el retiro del kit no cuenta!)
