Las frutas son un gran aliado para cualquier persona que haga deporte. Sobre todo en verano, cuando tenemos mayor oferta, podemos disfrutar de las más refrescantes. El azúcar en la fruta aporta fibra, vitaminas, minerales y antioxidantes. Por lo que no debemos dejarlas de lado. Aquí algunos ejemplos.
Sandía:
Una delicia y perfecta para el post ejercicio, ya que tiene pocas calorías y mucha agua que ayuda a la hidratación, además que numerosos nutrientes como el potasio (que contribuye al funcionamiento normal de los músculos) y múltiples vitaminas. Tómala como un rico jugo o córtala en cuadritos, cómela directo o agrégala en ensaladas, ideal para el frescor veraniego.
Plátanos
Un clásico cuando se habla de frutas para deportistas, por ser uno de los más consumidos. Tiene una mezcla ideal de carbohidratos y potasio. Además es perfecto para quitarte ese antojo dulce y puedas satisfacer el hambre de forma saludable. Puedes usarlo en leches o queques o agregarlo en un pan con mantequilla de maní. Una combinación imbatible.
Kiwis
Dormir ha sido reconocido como una parte fundamental de la recuperación deportiva. Para eso, el kiwi es clave. Una explicación es porque puede aumentar los niveles de serotonina, un compuesto cerebral que regula el ciclo de sueño. Una forma de agregarlo a tus comidas es incluirlo en tus batidos o mezclarlo con yogurt y frutos secos.
Mandarina:
Ricas y fáciles de transportar. Esta fruta tiene una buena dosis de magnesio, que es indispensable para la correcta asimilación de calcio y vitamina C, pocas calorías, buenas para prevenir resfriados y aliviar problemas de circulación sanguínea, su consumo favorece la digestión de grasas y eliminación de residuos tóxicos, y colabora en la cicatrización de heridas y formación del esmalte dental. Lo recomendables es comerla fresca, así evitarás que se oxiden y pierdan sus propiedades.
Frambuesa:
Una pequeña delicia que también nos ayudará diariamente, gracias a su alto contenido en fibra. En las frutas la fibra funciona como un prebiótico, lo que significa que actúa como alimento para que nuestras bacterias saludables se puedan desarrollar. Esto significa en lo práctico, que nuestro sistema digestivo estará sin problemas, así te evitas situaciones incómodas mientras entrenas.
Publicado originalmente en RedBull
