Mis primeros kilómetros embarazada

por Fran Ciangarotti
Ya son 23 semanas de embarazo y puedo sentir al baby adentro de mí. ¡Qué emoción! Pero, ¿cuáles fueron los primeros comentarios que recibí cuando conté que estaba embarazada? (por supuesto después de las felicitaciones, mil sonrisas y hasta llanto de emoción)

  • Uhhh vas a tener que aprender a no moverte
  • Ya no vas a poder correr
  • ¿Y qué vas a hacer con tus clases?

Quiero ser súper clara con el mensaje que voy a entregar en este espacio que me dio Amigas que Corren. Como kinesióloga sé que el movimiento es parte de la rehabilitación, y por supuesto, que no es una recomendación para el 100% de los diagnósticos, pero podría servir para la gran mayoría.

Algunos aprendizajes y respuestas

La recomendación es que hagas ejercicio a partir de las 12 semanas de embarazo. A pesar de que yo nunca paré, prefiero que sigas esta recomendación ante cualquier duda.

Luego de esas 12 semanas una mujer embarazada puede hacer ejercicio. En el caso de que no te manejes mucho con ejercicios, correcta ejecución y dosificaciones, te recomiendo que te asesores por un experto.

Pero bueno, ustedes quieren saber si se puede correr… pues sí ¡SE PUEDE CORRER! La limitación que me dio mi ginecóloga, fue no pasar las 150 ó 140 pulsaciones (ya que comenzarás a hiperventilar y le podría llegar menos oxígeno a tu baby), por lo que nuevamente, te recomiendo que le preguntes a tu doctora que sepa tu caso en específico.

Otro punto importante es tu experiencia en el running. En caso de que nunca lo hayas hecho, dudo que correr sea la mejor actividad para mantenerse activa, pero tú mi linda amiga que ya corre, si estás embarazada y pensaste que ibas a tener que parar, déjame alegrarte el día… no debes dejar de correr. (Insisto todo esto en caso de un embarazo sin complicaciones)

¿Cómo han ido cambiando mis entrenamientos a medida que pasan las semanas?

Primero que todo, a mí me tocó un periodo donde no hay carreras (encuarentenada) y no estoy trabajando por una carrera en específico, por lo que todas mis salidas han sido más bien recreativas y no tanto de ganar velocidad o hacer sesiones de calidad.

Hasta los 3 primeros meses, la verdad es que no sentí nada dentro de mí. No sentí ningún cambio y lo único que me limitaba a seguir más rápido o más kilómetros fueron las pulsaciones. Luego entré a una etapa en la que, al salir a correr, me hinchaba o sentía cierta presión bajo mi obligo, nada terrible, pero lo sentía. Y ahora siento que tengo una guagua creciendo dentro mío no es una sensación súper cómoda, pero me permite correr 5 kilómetros sin ningún problema.

¿Qué va a pasar después? No lo sé, quizás me sienta peor o me siga sintiendo bien, eso sólo lo dirá el tiempo y seguro será una experiencia distinta para cada una.

Lo importante es que, si estás autorizada para correr, le des importancia a escuchar a tu cuerpo. Tú sabes cuanto es suficiente, cuando debes parar y qué es lo mejor para tu guagua.

Pero si te sientes bien…. Sigue y tienes todo mi apoyo.

Te pueden decir y sugerir de todo (familia y amigos), tú eres la mamá de la guaguita y tú sabes hasta donde llegar. Lo importante es seguir corriendo feliz.

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