Por Sole Hott
Ante la alerta de lluvia la excusa para no salir a correr se cuela rápidamente en el plan de entrenamiento. Sin embargo, hacerlo no le hará daño a nadie y es algo que en más de alguna ocasión te va a pasar, o bien, ya te ha agarrado un chaparrón en medio de la ruta. Es como no salir porque hace frío.
A los pocos kilómetros la temperatura del cuerpo se ajusta y toda esa ropa que te pusiste demás, pasa a ser un estorbo. Resulta más simple aún, ¿cómo lo hacen aquellos runners que viven en lugares de bajas temperaturas? Si tu entrenamiento dependiera del clima, tampoco correrías en verano. Con la lluvia pasa lo mismo y al final del día es cosa de costumbre.
Un estudio japonés asegura que es una experiencia liberadora y que puede traer múltiples beneficios para el organismo y el rendimiento. La investigación arrojó que los corredores estudiados que se ejercitaban bajo la lluvia superaban en su rendimiento a los que lo habían hecho sin lluvia. Tras medir su consumo de oxígeno, respiración y temperatura corporal, entre otros factores, descubrieron que los primeros habían gastado menos energía, pero quemaban más grasa. Y muchos atletas coinciden con los resultados de dichos estudios.
Ahora bien, si el cielo se cae a baldes no es necesario ponerse a prueba ese día. Pero en un día de lluvia normal, solo se deben tomar las precauciones adecuadas y desbloquear el “correr con lluvia”.
Entonces, para dejar de la lado la excusa, te damos algunos consejos para que sea una experiencia positiva.
El terreno: Si corres en tierra, la lluvia ablanda la superficie más compacta, lo que la hace más suave al impacto. Sin embargo, debes evitar correr por zonas con barro. Y en el caso de la calle, poner ojo para evitar resbalarse. Por lo mismo, se debe bajar la velocidad y la intensidad, y elegir rutas conocidas.
La temperatura: Al igual que ocurre con el frío el cuerpo se ajusta. Cuando llueve la temperatura suele ser más agradable, es más, baja cuando termina de llover, no durante.
La hidratación: Y si bien es importante tomar agua antes, durante y después, con lluvia el riesgo de deshidratarse se reduce.
La ropa En este caso, y como la temperatura es fresca, pero no fría, lo ideal es correr con una capa y un cortavientos impermeable, ojalá que incluya gorro. Así el agua corre y no traspasa la ropa. Y para la parte de abajo, los shorts tienen el mismo efecto. Es mejor sentir el agua que corre en las piernas, a tener las leggins mojadas y pegadas a las piernas, porque además se enfrían. Además debes llevar algo que tenga reflectantes, ya que la lluvia afecta la visibilidad de los conductores.
RecuperaciónLa clave para no enfriarse y menos enfermarse, es llegar a la casa, sacarse la ropa mojada y darse una ducha caliente. Por lo mismo, en el caso de la lluvia lo ideal es hacer una ruta que inicie y termine en la casa.
